Descubre la Catedral de Braga, la más antigua de Portugal, y sumérgete en su fascinante historia, arte y cultura. ¡Un imprescindible!
La Catedral de Braga, o La Sé, es de esos lugares que tienes que visitar sí o sí si pasas por la ciudad. Es uno de los monumentos más visitados en Braga, y no es para menos, pues es la catedral más antigua de Portugal, lo que te asegura una experiencia cargada de historia, arte y cultura.
¿Quieres conocer qué hace que esta catedral sea tan especial? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para disfrutar de tu visita al máximo.
Para que te hagas una idea de la cantidad de historia que guarda la Catedral de Braga, imagina que fue construída incluso antes de que existiera Portugal como país. Comenzó a construirse a finales del siglo XI y, al completarse en el XII, se convirtió rápidamente en el centro religioso más importante de la región, compitiendo incluso en poder con la Catedral de Santiago de Compostela.
Aunque nació con un estilo románico, el cual podemos ver en elementos como la Puerta del Sol o el pórtico principal, el tiempo dejó su huella en la Catedral. Se pueden ver reflejados distintos estilos arquitectónicos, desde detalles góticos en la galería de entrada hasta decoraciones barrocas en su interior.
Por todos estos elementos, la Catedral de Braga se convirtió en un edificio de gran importancia y de referencia para la arquitectura románica en el país.
La Catedral de Braga no impresiona solamente por su exterior, con sus dos torres y su portal románico lleno de detalles bíblicos, sino también por todo lo que guarda en su interior.
Dentro de la catedral hay varias capillas que no te puedes perder:
? Capilla de los Reyes, de estilo gótico, alberga las tumbas de los padres del primer rey de Portugal.
? Capilla de San Geraldo, que cuenta con una decoración barroca.
? Capela da Gloria, también de estilo gótico, pero que se diferencia por estar decorada con los típicos azulejos portugueses.
Otros elementos que también vale la pena echarles un vistazo son la pila bautismal, donde se puede ver el estilo manuelino de la catedral; el claustro, construido en el siglo XIX con un estilo gótico; o el carillón, que es uno de los más impresionantes de Portugal.
Por si fuera poco, también puedes visitar el coro de la Catedral, lo único es que hay que pagar una entrada aparte. Aunque no te preocupes, porque el precio es únicamente de 2€ para los adultos y 1€ para los niños.
El tesoro de la Catedral de Braga es el museo que se encuentra en la catedral y que ocupa lo que anteriormente era la casa del cabildo. Es un museo dedicado al arte sacro y cuenta con piezas únicas y muy curiosas como el crucifijo de hierro utilizado en la primera misa católica en Brasil o varias esculturas religiosas.
Además, también puedes ver las campanas que fueron formando parte de la catedral y que han sido retiradas con los años.
Una de las mejores cosas de la Catedral de Braga es su ubicación privilegiada en pleno casco histórico de la ciudad. Esto la convierte en el punto de partida ideal para explorar otros lugares emblemáticos como el Arco da Porta Nova, el Jardín de Santa Bárbara o la Praça da República.
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